Una ventaja obvia, que todos conocemos, es el precio. Ya que al llevar menos oro el precio es menor.
En general las diferencias entre una aleación y otra son mínimas:
Con respecto a la apariencia, el brillo seria el mismo, solamente podríamos notar una pequeña diferencia de color en las de oro amarillo.
Al tener menos oro la aleación, tiende a ser un poco mas claro. Si bien es verdad que también se puede hacer en 18 kt un tono de oro llamado amarillo limón, mas clarito que el habitual que conocemos.
Sin embargo, en las de oro blanco y oro rosa el color es el mismo.
Si hablamos de duración y resistencia al rayado, aquí la ventaja sería para el oro de 9 kt, aunque por muy poco. Ya que la dureza de una pieza de
oro de 18 kt viene siendo de 2,8 en la escala de Mohs, por 3,2 la de 9 kt. Como veis la diferencia es inapreciable, pero a favor de la de 9kt
aunque la dureza final depende· de los metales utilizados para hacer la aleación.
Con respecto a la inalterabilidad de nuestras piezas de joyería, es decir, como resisten los ataques de productos químicos, aquí la ventaja es para el oro de 18 kt.
Ya que al oro puro (24 kt), hay muy pocas cosas que le afecte. En cambio, al resto de metales que forman la aleación, si que son atacados por productos
como el cloro, el mercurio, el azufre (mas habitual en la vida cotidiana de lo que se cree), etc. Por eso, siempre recomendamos quitaros las joyas cuando vayaís a manipular productos químicos (limpieza, jardinería, etc)
Como veis no hay una ventaja o desventaja decisiva. La decisión final, dependerá a cual de estas ventajas le deis mas importancia